Si querés conocer los ganadores de ediciones anteriores visitá la página de la Beca, Concurso o Subsidio correspondiente.
Zona 3: Otros países de Sudamérica, Centroamérica y Caribe – PESOS TREINTA MIL ($ 30.000.-)
- Ecuador
Luciana Massarino, Romina Massarino
Ayuda Parcial
Becas otorgadas: 1
Zona 4: América del Norte – PESOS CUARENTA MIL ($ 40.000.-)
- Canadá
Zona 5: Resto del Mundo – PESOS CINCUENTA MIL ($ 50.000.-)
- Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte
Solana Isabel Biderman, Susy (daniel) Shock (bazan Lazarte), Horacio Vazquez, Carolina Silvia Bonillo, Maria Soledad Penelas, Carla Fernanda Morales
Ayuda Parcial
Becas otorgadas: 1
Zona 5: Resto del Mundo – PESOS CINCUENTA MIL ($ 50.000.-)
- España
- Irlanda
Lucrecia y Ezequiel, una joven pareja que intenta cumplir con todo lo que hay que hacer para ubicarse en buena posición y destacarse en esta vida, comete un ilícito.
Universidad, buen trabajo, buen sexo, buena calidad de ropa, un departamento pequeño pero bonito. Pero… nada alcanza ni es totalmente satisfactorio. En su luna de miel encuentran un maletín lleno de dólares y se lo quedan.
Como consecuencia de esa acción sufren la invasión en su domicilio de otra pareja, esta vez de delincuentes violentos, que viene a recuperar el dinero.
Dos parejas. Dos mujeres y dos hombres. La vida casi sencilla y tonta de Lucrecia y Ezequiel se trastoca. Sufren violencia, pierden el dinero y fundamentalmente se enfrentan a la cara oscura de sí mismos, su cobardía, sus bajezas y su modesto amor.
La obra toma como referencia La vida es sueño (1635) y el caso de David Vetter, "el niño burbuja" (1971-1984). En ella, Segismundo es un ser andrógino encerrado en una pecera hiperbárica transparente -sin posibilidad de relacionarse, su cuerpo es puro obstáculo-. La vida diseño interroga la realidad contemporánea en su contexto neo barroco de pretendida híper-visibilidad, de experiencias estetizantes y mediadas por el design.
Partimos de La vida es sueño por la contemporaneidad de los temas y su forma, que persiste como un ruido de fondo en un contexto barroco, en un mundo neo barroco como lo entiende Omar Calabrese. Nos convoca la vigencia de la pregunta por la realidad y las respuestas que brinda el texto canónico, desde el lugar más concreto: Los sueños, sueños son. En el marco de los dispositivos tecnológicos y el auto autoexilio que estos provocan, con la lejanía del mundo de Segismundo en un mundo actual al parecer híper conectado y que nos aísla constantemente, marcado por la ingenua confianza por la ciencia y su problemática con el saber- información y la vocación actual de comprobación constante frente a toda situación o hecho. La vida diseño vibra con la contemporaneidad indagando en la manipulación genética, los pulsos del evolucionismo y el progreso. Problematizando la autoexplotación humana planteada por Byung-Chul Han y la normalización de la vigilancia tanto en la realidad física como virtual analizada por Farocki y Žižek (entre otros), evidenciando las operaciones de la industria cultural a través del Diseño y su impacto en los cuerpos y los imaginarios, tal como lo expone Hal Foster.
Síntesis argumental de la otra
En un fastuoso rincón de Buenos Aires, Rosario, la madre, a través de sus mentiras para ocultar el pasado, teje su monstruosa trama para calmar sus apetitos de clase mediante un mecanismo de disfraz e impunidad
Para sostenerse en la cúspide de la pirámide social a la que pertenece entra en complicidad con su hijo, José Antonio, tratando de ocultarse y ocultar, resistir, mentir y negar envolviendo en su telaraña al resto de su familia
El Pasado se transforma en un trastorno. Ernesto, el menor de los hijos, recibe la influencia del pavoroso mundo exterior, esa tundra inexplorada por esta especie de elite que está a punto de desmoronarse
La máquina familiar busca reafirmarse como fuente de subsistencia de identidades lujuriosas. El teatro, esa seducción paralizante, es su último recurso, trasparenta una trama de otro orden. Se desata la función, la zona está rodeada, la guerra se avecina, la actuación es la única esperanza de la raza para estirar sus días en este territorio.
Seis obras pequeñas. Seis universos íntimos. Seis actrices que se cuentan a sí mismas mientras cuentan a otras. ¿Qué soluciones intermedias hay entre meditar y matar? Inspirado en el universo poético de J. D. Salinger, un grupo de mujeres intenta encontrar respuesta a esta pregunta en nuestro mundo de hoy.
En un espacio que se arma y se desarma todo el tiempo, se suceden y se entrecruzan escenas, secuencias de movimiento, música y relatos.
Román y Teresa tienen treinta años, hace dos que viven juntos y apuestan en carreras de caballos. Esperan ganarse la vida mientras comen, toman alcohol, fuman, gozan y buscan formas de reclamar fallas en los envases de comida para así obtener alimentos por triplicado.
Soy La Catrina, la muerte. Esta vez no voy a hablar de mí, sino de Rosalinda. Ella vive, se refugia trabajando. Yo la acecho y la acompaño pero no puedo hablarle. El mundo de los vivos y el de los muertos no se cruzan. Así es mi pasar en el inframundo: todo silencio y las velas prendidas esperando. Idiotas llorando chanchitos, llorando una vida de miseria.
Camino de legumbres, vasos con agua, grandes banquetes. Todos junto a la tumba. Todos menos la niña que está sola. Que espera. Que crece su virtud de mujer.
Una criatura viaja en micro con su hermana. Los ojos contra el frío de la ventanilla. La respiración
agitada empaña el vidrio. Abajo no hay nadie, nadie mueve la mano de lado a lado sacudiendo la
partida. Un accidente de micro las desparrama sobre el pavimento de la ruta. Un coro de
fantasmas las interna en un hospital. Son dos nenas a las que les meten suero como leche materna
y medicamentos como caricias. Termómetros para medir el tiempo de la sala de espera y
radiografías para traslucir el desamparo. Adentro, junto a las otras niñas, organizan la pequeña
unión que programa el motín de la ternura.
EL MOTÍN DE LA TERNURA es un monólogo construido a través del trabajo de la voz extraña que toma elementos de la oralidad infantil para transformarla y corporalizarla. La voz se vuelve espacio en la medida en que está cargada por la fuerte presencia de imágenes creadas por la enunciación: soporte espacial, material y ficcional del discurso. La estructura avanza por el entramado de imágenes, acciones, recuerdos y miedos. La actuación debe lograr transgredir los límites de las voces. A través del trabajo interdisciplinario se buscará romper con la espacialidad de la acción presente para poder, a través del cuerpo y su contacto con el presente escénico y la expectación, dar cuenta de un universo expandido más allá de los límites del lenguaje y las imágenes. Lo inefable deberá volverse carne en la actuación. Deseamos hacer esta obra para dar imagen a la transformación. Por medio de una actuación cargada de expresividad, deseamos volver visible y poetizar lo que el sistema invisibiliza.
La obra se sumerge en el universo masculino para reflexionar sobre la sensibilidad en los hombres. Abunda en la literatura, el teatro, cine y la pintura obras de arte que se ven inspiradas en la sensibilidad femenina…sin embargo en la de los varones, no tanto. La cultura encierra al hombre en lo brutal, lo violento y especulativo.
Es así que la obra contará con capítulos o “números” que no generaran un argumento clásico sino que presentará un patchwork de situaciones, canciones, bailes y otras excentricidades que giraran en relación a un lema central: venga a ver como sienten los varones.
El primer acto o cuadro está inspirado en lo deportivo/glam. Los cuatro personajes enfundados en equipos de gimnasia brillantes, intervenidos por el diseñador de moda Jorge Sandoval. No se trata de una representación realista sino de una estilización y cruce entre ambos universos: lo gimnástico y la moda. El segundo cuadro se desarrollará en una suerte de pradera artificial donde cuatro dandyes reflexionan acerca del arte, el amor y la vida. El último acto se trata de un reality construido a partir de entrevistas en profundidad con los actores de la obra. El género biodrama constituye la escena. Procedimentalmente, el trabajo toma de las artes visuales la técnica del pastiche y del montaje de situaciones, propuestas visuales y sonoras pertenecientes a universos diversos. La impronta performática estará presente.
No se tratará de un espectáculo, sino de una experiencia.